Para arcos verdaderos de costillas sólidas, la
escogencia entre extremos empotrados o articulados es estrecha. En un arco
verdadero es posible soportar un momento sustancial en la línea de arranque si
los detalles del apoyo se disponen para ello. Es probable que esto resulte más
económico, en particular para luces largas. Sin embargo, la práctica común es
el uso de construcción biarticulada.
Una alternativa es permitir que el arco actúe como
biarticulado bajo carga muerta parcial o total, y luego fijar los apoyos
extremos contra rotación bajo carga adicional.
Los arcos atirantados actúan básicamente como biarticulados,
sin importar el detalle de la conexión al tirante.
Algunos arcos se han diseñado como triartículados bajo carga
muerta parcial o total, y luego convertidos a la condición de dos
articulaciones. En este caso, la articulación de la clave está localizada por
lo general en la cuerda inferior de la armadura. Si el eje de la cuerda
inferior sigue la línea de empujes para la condición de tres articulaciones, no
habrá esfuerzos en la cuerda superior o en el sistema del alma de la armadura.
La cuerda superior y los miembros del alma estarán esforzados sólo por las
cargas aplicadas después del cierre. Estos miembros serán más o menos livianos
y razonablemente uniformes en sección. La cuerda inferior es entonces el
miembro principal que soporta la carga.
Sin embargo, si el arco se diseña como biarticulado, el
empuje bajo todas las condiciones de carga estará aproximadamente dividido por
igual entre las cuerdas superior e inferior. Para una relación dada flecha-luz,
el empuje horizontal total en el extremo será menor que para el arreglo con parte
de la carga soportada como un arco triarticulado. El cambio de tres a dos
articulaciones tiene el efecto de aumentar la flecha del arco sobre la flecha
medida desde el arranque hasta la línea central de la cuerda inferior.
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